viernes, 10 de agosto de 2007

Capítulo II: Lo que mereces (Saiko)

Cuando Adán y Eva fueron expulsados del paraíso, Dios fue inteligente. Se confabuló con toda su creación para recordarles a los exiliados que se habían perdido del mejor lugar que pudieran conocer, o imaginar. Entonces fueron desdichados, y de un paradisíaco bosque se hundieron en la horrible, trágica y estresante jornada laboral. Y sí, Eva comenzó a sangrar, no contrató Tv cable para enterarse de la invención de las pastillas anticonceptivas, uno de sus hijos resultó ser un psicópata homicida y el sexo resultó ser otro componente de su monotonía.
Eso, hasta que Adán fue un poco más inteligente, contrató un abogado, y con la respectiva separación de bienes, pidió el divorcio.
La historia cuenta, que la solitaria Eva, presa fácil de la depresión (una enfermedad que estaba de moda en ese tiempo), se internó inevitablemente en el mundo de las posibilidades, descubriendo, como todos, un placer sustituto. Las fuentes cercanas cuentan que la primera mujer, logró por fin, encontrar su paraíso, lo malo, es que su paraíso, era ilegal. Y así, la marihuana, la cocaína y el crac, se transformaron en sus nuevos compañeros, en su realidad.

Para nosotros, la realidad, estaba en Valparaíso. La única ciudad donde la línea entre lo pintoresco y lo glamoroso, entre lo sórdido y lo tradicional, es tan delgada. La única ciudad donde el panorama ideal es salir a caminar, sin contar claro, la bohemia porteña.
Pero lo más interesante aún, en este puerto, es darse cuenta como cada uno de sus habitantes, parece haber perdido algo. Cualquier cosa, cualquier persona, por ínfimo o mortal que parezca. Y claro, por consecuencia, cada uno de ellos también está en busca de su sustituto, de su paraíso ficticio. Incluyendo nosotros.

Pero en otro lugar, aún más lejos del paraíso, me encontraba yo, Daniel, en la no agradable mañana sustituta, de la que debería haber sido la agradable mañana post-noche amorosa, con mi pololo.
-Es que de verdad me cansai', me cansa que no disfrutes de esto, me cansa que nunca la podamos pasar bien y me enferma terminar siendo como tu papá-.
Esa vez, a diferencia de muchas otras y tantas veces, no dije nada. Y entonces, tomando el lugar que le correspondían a todas mis hipótesis, a todas las cosas que antes reprochaba, a toda mi obsesiva paranoia, sólo quedó mi silencio.
-¿Te doy un consejo?, relájate, sal con tus amigos, y búscate otro pololo-.
Esa mañana, Nicolás se fue, y lo único que quedó, fue una no paradisíaca habitación vacía, un montón de lágrimas que no paraban y la real, dominante y para nada ficticia realidad. Y esta vez, no había nada que la remplazara.

Mientras que a un mundo homosexual de distancia, la Meli, estaba en su propio paraíso hecho de números y calculadoras, donde la serpiente, se llamaba Cristián, su inalcanzable, rubio y dicharachero amor platónico.
-Hola-. Lo saludó con la sonrisa inocente que sólo una virgen de 20 años puede tener.


-Hola-. Le respondió él.
Y eso fue todo.
Mientras que al otro día:
-¡Hola!-. Lo volvió a saludar, esta vez, con un beso en la cara.
-Ah, hola-.
Y eso fue todo.
Mientras que al otro día:
-Hola, ¿cómo estay?-.
Él la miró, esta vez la Meli llevaba un escote.
-Emm...bien, ¿y tú?-.
-¡Bien!, gracias-.
Pero esta vez, eso no fue todo.
Quizás fue el saludo, quizás fue el olor, quizás era el exceso de tiempo junto al ego de Nicolás, pero esa vez, la Meli, no se iba a conformar con algo ficticio.
-Oye Cris, ¿tení algo que hacer el sábado?-
El la miró con paciencia, y por fin esbozó una sonrisa.
Lo hice, lo logré, por fin ya no más maricones, pensó la Meli, por fin un mino con quién pinchar, por un fin pico que no se pare con otro.
-Pucha, sorry, pero es que yo soy gay-. Respondió Cristián.
-Ah..em..filo, ¡cuídate!-.
Y eso fue todo.

Ese día, la Meli recurrió a su eterno plan B, y se puso a llorar en el baño.

Cuando el mundo está lleno de posibilidades, ¿qué nos impide seguir luchando?, que hay dentro de nosotros que nos hace unos conformistas, unos vagabundos que desviándonos del camino y desesperados por llenar ese vacío, recurrimos a algún sustituto. No importa que sepa amargo, no importa que sea una vil copia del paraíso original, no importa que la etiqueta diga claro y grande “artificial”. Porque claro, mientras nos haga sentir un milésima mejor, la realidad deja de importar.
Entonces ahí entra en juego el extraño y multifacético mundo de las posibilidades. El doloroso juego del buscar, llorar y reemplazar.
A menos claro, que no tengas opción, como nosotros.

La carrera de Inglés de la Universidad Católica, era como algunos la llamaban, la fabrica de maricones. No se sabe porqué, pero había algo en el idioma que atraía al genero webiado, cómo si compartir la lengua madre con Madonna o Kylie, le otorgara glamour a la gente. Eso, a la Mili, le encantaba.
La Mili era la clásica y mundialmente famosa “gay amigui”, la que a todos sus amigos hombres los llama por el equivalente femenino de su nombre, la que no importa en que grupo, contexto o planeta esté, siempre, y absolutamente siempre, tendrá su séquito de webiados que la siguen.
Era tarde, en medio del carrete conmemorativo del día número 28 del segundo semestre, algo, claro está, digno de celebrar, si eres la Mili, obvio.
-Hueon es horrible, mi pobre amiga tiene 20 y de verdad está desesperada por un pico-.
-¡Entonces que deje de ir a los antros de maricones po!-. Exclamó la Yerka, cuyo nombre real, por consecuencia, es Yerko.
-Pero es que no lo podemos evitar po, osea Madonna nos llama, óbviala-.
-Igual tú teni suerte que no tengai ese problema- . Agregó la Maru, una de las pocas mujeres del grupo, pero una de las tantas homosexuales.
La Mili la miró con la máxima concentración que el alcohol le permitía.
-¿Por qué lo decí?-.
-Porque erí maricona, obvio-.
Y de pronto todo se detuvo, y la vida de la Mili, pasó ante sus ojos, literalmente.
-Weona yo no soy lesbi, osea me encantan los maricones, y puedo webiar con mis amigas lesbi o hetero, pero de ahí a que me guste, es harta la diferencia-.
-Ya..., ¿y entonces porqué toda la gente de la U te tiene como tortillera asumía?-.
Desde ahí, la noche tuvo un sabor distinto, porque desde ese momento, las ebrias neuronas de la Mili comenzaron a buscar desesperadamente un hombre heterosexual entre sus conocidos. Y por primera vez, ya no se lamentó por la Meli, sino que por ella misma.
-Necesito un pico urgente-. Se dijo a sí misma antes de perderse en su séptimo vaso de vodka.

Por otro lado, a la mañana siguiente, estaba yo, cerro Concepción, y Nicolás.
-Yo creo que es mejor que nos demos un tiempo, que seamos amigos, como por un mes y medio o algo así-.
Estaba tranquilo, más de lo que me imaginaba estar. Quizás porque esperaba esas palabras, quizás por que era mejor eso, a que terminar definitivamente.
-Pero sabi que nosotros inevitablemente vamos a estar juntos, ¿verdad?. Nicolás, yo sé que te amo, y yo sé que me amas, y sé que da absolutamente lo mismo cuanto tiempo pase, sé que da lo mismo si estamos con otras personas en este tiempo, y sé que da lo mismo cualquier cosa. Porque de verdad Nicolás, te aseguro por lo que queraí, que tarde o temprano, nosotros vamos a terminar juntos.
Y de pronto, entre sus más glamorosas que pintorescas gafas de sol, se asomaron las lágrimas que a diferencia de sus palabras, nunca esperé.
-Tienes razón-. Me dijo.

Cuando de pronto a nuestro gran rompecabezas le falta una pieza, y el paraíso parece tan lejos que ni siquiera lo podemos rozar con la punta de un dedo, es ahí, cuando nos damos cuenta de lo placentero de la anestesia. Sustitutos, paraísos ficticios, cualquier cosa que nos haga olvidar que perdimos algo en el camino. La relación no existe, por que en lo ficticio no hay lógica, porque después de todo, el vodka, los cigarros, los chocolates, las series de médicos, la pornografía o los foros gay, sí tienen su encanto.
Pero pese a que cada uno sobrevive a base de lo que encuentra en su bolsillo o en la televisión, siempre existirá algo en común, nuestro falso paraíso por excelencia: Pagano.
Pagano es el exitoso, pero pequeño pub gay al que frecuentamos los 4, junto con la mitad del mundo homosexual de Valparaíso. Donde los baños son mixtos sin importar lo que diga el cartelito, donde los bar-man y bar-woman parecen haber sido sacados de algún desfile seudo-gótico, donde los travestis son lo más cercano a los dioses, y donde a cierta hora, debes ponerte rígido para no ser arrastrado por la muchedumbre en la pequeña pista de baile.
Y ahí estábamos, en el jueves sustituto de un fin de semana, la noche de Placeres Culpables (irónico, ¿no creen?). Aquella música cuyo primer contacto con nosotros fueron esos domingos de limpieza, en los que nuestro sueños mojados con Antonio Banderas eran interrumpidos por Camilo Sesto y su sonido ochentero combinado con la aspiradora. Era todo un mundo inmundamente lejano, que al parecer sólo nuestras madres podía disfrutar. Claro, eso era porque ninguno de nosotros se imaginaba que por esas verdaderamente extrañas vueltas de la vida, “su” música, terminaría siendo “nuestra” música.
Ya en la barra, lugar estratégico para obtener regalos al final de la noche, la Mili observó el local sustituto de un hombre, pensó en lo cercano de su cumpleaños y abrió su cajetilla de cigarros.
-Amo este mundo-. Dijo para tratar de convencerse
Buscó a un hombre para pedir fuego, con sus ojos atravesando el sórdido ambiente, deseando e imaginando a aquél hombre tosco y medio campestre, pero no lo encontró. En su lugar, sólo había un montón de no toscos y no campestres gays y lesbianas.
Encendió su placer culpable con su propio encendedor, y casi con despecho, aspiró la más dulce y satisfactoria bocanada de humo, sin prestar atención a ese dejo amargo o a su pobre clítoris que reclamaba a gritos por alguien..
-Meli, ¿vamos al huevo el próximo jueves?-. Dijo en voz alta par hacerse escuchar sobre la música de Benny Benasi.
-¡Ya!, que buena, noche hetero, me hace falta-. Le respondió la Meli.
Lo que ninguna de las dos sabía, era que al parecer, Benny Benasy era lo suficientemente hipnótico como para hacerles olvidar, que en la realidad, ninguna de las dos se enfrentaría a un hombre heterosxual si no están ebrias.

-¿Te pasa algo?-.
Estábamos en el segundo piso, ellos mirando la pantalla, yo, mirando a mi nuevo amigo.
-Nada, osea..sí. Esto..osea, es difícil-.
Nicolás me miró unos minutos, lamentando la realidad y lo lejos que estábamos de nuestro paraíso.
-Ven-.
Nicolás me tomó la mano, y sin prestar atención a mi negativa, me llevo al baño. Estaba vacío, abrió la puerta del minúsculo espacio que acompañaba al inodoro y me hizo entrar con él. Cerró la puerta que sólo alcanzaba a cubrir la mitad del cuerpo, y bajando el cierre de mi pantalón, hizo lo que cualquier amigo homosexual le haría a su amigo homosexual, encerrados en el baño de un bar homosexual.
-¿Mejor?-. Me preguntó al rato.
-No hay nada que sexo oral no pueda curar-.
Fue ahí cuando supe que aún siendo amigos, yo era el placer culpable de Nicolás.

Cuando los cuatro bajamos al subterráneo, dejamos que la música hiciera su efecto, y sin acuerdo, todos nos hundimos en nuestro paraíso ficticio hecho de colores fosforescentes y de canciones pasadas de moda.. Ahí abajo, nada importaba, ni lo lejos que estuviéramos del paraíso, ni lo ficticio que resultara su sustituto, ni el asma crónica de la Mili que movía sus caderas con “Sopa de Caracol”, ni el dolor de cuello de la Meli al agitarse con Rafaela Carrá, ni nuestra alma de travestis, ni lo que habíamos perdido, ni lo que buscábamos y ni siquiera, con lo que nos habíamos conformado.

Y entonces, mientras todos nos sentíamos sobrenaturalmente afectados por los “dime cuando tú vas a volver” y “quítenme esta soledad” del popurrí de Pandora, dejamos que nuestros sustitutos nos domaran y nos entregamos a nuestros paraísos ficticios. Después de todo, esa era la noche de placeres culpables.




Cuatro horas después, a las 5:45 de la madrugada, lo único real era la habitación de Nicolás y nosotros haciendo el amor. Y por primera vez, la realidad o el paraíso no existieron, ni los placeres culpables, ni los sustitutos, ni las sensaciones agridulces. Porque en un extraño planeta, muy lejos de lo correcto o incorrecto, sólo existíamos nosotros dos.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

esta mui bakan, en verdad es como nose original, como que las cosas se dicen "a calzon kitao"(como dicen las malas lenguas) y eso no es malo mas bien es bueno asi uno se va dando cuenta q algunas cosas pasan XD
me gusto mucho lo q lei, fue mas de lo q me esperaba(y no es q me esperara poco)
eso
saludines
aioz

Anónimo dijo...

definitibamente....tal cual como se llama el blog...eso me gusta, las cosas como son en el mundillo de cuatro personas....
daniel (XD) tu eres mi Carrie Bradshaw y el blog mi "The New York Star"... pero no se publica semanalmente XD
gracias chicos por el blog n///n

Anónimo dijo...

hey! yo soy de ingles de la cato y hey! tenis razon! hey! xD

Anónimo dijo...

buenisimo
me mantubo hay, ademas es algo muy sierto pero de una manera graciaosa
ja ja
ta pasate
ciao

dale gracia David tu amigo, q por el me entere de tu blog

Anónimo dijo...

No sabia.. que escribias asi
Parece que te hare caso y me cambiare a tu carrera
Quiero hablar contigo para que me expliques sobre la carrera.

Me costo saber que era tuyo, despues de un rato reaccione..
Ing Civ Bioq no tiene a nadie fleto..
osea si,.., pero no... ¬¬

Felicidades, una vez más sabes lo que quiero y lo que necesito, es como si estuvieras dentro de mi mente y pudieras leerla.

Lo quiero amigo.

Buenas Noches.

Patrick

Unknown dijo...

Nacho, ahg necesitaba otra identidad xD haha en la U todos pueden saber q soy (R) pero y si lo leen de afuera xDDDD hahaha no, no te preocupes... :)

gran trabajo con la historia y la descripción, de verda me gusto mucho ^^

saludos

Yerko

Phi dijo...

La verdad nunca pensé que pudiera reir tanto al leer tu blog y identificar a amig@s con personajes de este, la virginidad nunca me hizo reir tanto.
Me gustó mucho tu blog, le doy gracias a la "diosa" (no c si caxai d kien hablo) por la cual lo conocí.
No quiero dar la lata con más comentarios...
Saludos, y gracias por darme nuevas formas de molestar a una virgen...
Phi.

Dajeerling dijo...

Olle la cago q bien escrito esta! me entretuvo mucho leerlo!...kiero saber kien escribio q eso si...pero eso te lo pregunto mañana! saludos a los dos los kero mucho!!!

Anónimo dijo...

Mentira!!!
mega bueno tu coso naxo
la forma en q se cuentan los "hexos" sta spr nice
de verdad tu redaccion tiene la capacidad d mantener el interes hasta el final, aun cuando a 1º vista da paja leer tremenda cosa XD
me mataste, lei la 1º linea y tuve q terminarlo...


besos
koty

Anónimo dijo...

si, es verdad, me encantan los maricones ..pero no mas que el pi.....

me encantan que sean tan observativos, bueno, lo suficiente como para crear de mi un personaje que esta mas cerca de mi realidad que de lo ficticio,..de echo me he dado cuanta que aveces digo cosas que no deberian saber..pro como se sabe..no tengo filtro...

seguire aportando cosas sobre mi vida que sean dognas de escribir..

gracias pos todo..

beso

xau

mili.

Anónimo dijo...

nooooooooo!!!...buinisimo....o sea...muxo mejor q la primera parte....buinisimo toa la rata!!..jajaj( cmo dice un amigo x ahi...te imaginas quien?...al q no le es necesario usar converse,.jiji...
te pasaste..amigo..definitivamente tienes el "don" de la palabra....
aunque lo lei en partes, me entretuvo mxo...creo q me identifique con mili..jjiji..
ya pu..mi niño...besos enormes..
y siga escribiendo asi de beio...
cuidate mxito...
saludines....
xaolin bombin...

Anónimo dijo...

Bueno el BLOG!!! Felicitaciones!!!